
La cabeza es corta y redondeada, ojos muy expresivos y una expresión dulce.
Las extremidades son finas, las posteriores más elevadas que las delanteras, terminadas en pues pequeños de forma ovalada. La cola es larga y fina. El pelaje es corto, fino y espeso.
Los colores más habituales en los que se suele presentar la raza de gatos Burmés son el marrón, champaña, azul y platino.
Los ojos de esta raza son de rasgos orientales, distanciados, de color amarillo o dorado.
Los Burmeses son gatos afectuosos y sociables. Su personalidad lo hacen comparable con un perro, por su tendencia a convertirse en la sombra de sus dueños y su deseo de dar y recibir afecto. Les encanta que los levanten y que los acaricien todo el tiempo.
Son buenos cazadores y se adaptan bien a vivir en un departamento.
Son sensibles al frío y sólo necesitan cepillado ocasionalmente.
Datos de la Raza: Los gatos versiones modernas del Burmes aparecieron en el libro de poemas de gatos, imprimido en Tailandia en 1350. Esta nueva raza, debe sus orígenes al esfuerzo de los criadores en Estados Unidos durante los años treinta. Wong Mau, una gata Birmana de color café, fue importada por un doctor norteamericano.
La gata se había apareado con un siamés, el resultado fue una camada de gatitos con diferentes colores, incluyendo oscuros, cafés sólidos. Los gatos cafés pasaron sus características a una nueva camada, dando con ello su herencia a los nuevos felinos.
Actualmente hay mucha confusión entre esta raza y los birmanos.
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